Con él no tengo propiamente trato
ni intercambio jamás ningún saludo.
Pero le espío cada vez que sale,
miro que no se halle donde se halla
y así no descubro su cuerpo. Descubro
el hueco abandonado de su cuerpo.
Del otro sólo conozco que está fuera,
lo que es un relativo saber y sin objeto.
No averiguo de él más que su ausencia.
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