domingo, 9 de febrero de 2025

Si pudiera decirte

 

Vierten su luz las ascuas para que observe el perfil

de mi sombra en la lisa pared, adentro solo hay dibujos

pálidos sobre el cuarzo rocoso, el misterio de la luna penetra

débilmente en la oscuridad como rayo ambiguo que gozara

con la apariencia rugosa de unos pliegues que ocultan

nuestros signos trazados con la sangre ya desvaída

que será memoria del existir mudo de la especie en el confín

más lejano de una tierra por conquistar; hay murciélagos

que forman un techo de carne oscura y móvil, ella es el mito

del origen con sus anchas caderas y los senos de donde

mana el flujo blanco de la leche en la boca mínima del sucesor;

yo soy quien ase el sílex, el que cubre con la piel del animal

yerto su desnudez de hembra, el que vaga por el frío

del páramo y aún no puede llamarse hombre, aquel

que un día remoto existió para que llegaras a ser tú.


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