jueves, 17 de noviembre de 2011

El derby de fútbol


Yo presentí el griterío como una ciudad. Y el
almanaque de los autobuses como un muro azul.
Dos ejércitos se alzan sin pretender olvido, hay armonía
y palabras que lloran su iniquidad.¿sientes posible el juego
cuando el orgullo traiciona la garganta de un hombre?
Es multicolor el aliento, mientras los cíclopes sudan
su arbitrario crucigrama sobre un césped de aljibes y rumor.
Nacerá lo imposible de lo posible y un largo aullido
coronará los hilos de un espacio desnudo(afuera el mar
ruge como un corazón sin luz).La gloria de los cisnes
es amarga porque destruye su resplandor, el espejo
que los nombra.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Vivir en otro lugar para sentir qué

Allí en el abril una sonda de pétalos. Mi avión
como venas amargas o cuerpos que enseñan su raíz
hermafrodita. Ningún columpio. Solo el río, sereno,
torpe como una planicie de hielo y verdad. Vuela
el auto entre jardines y el pensamiento anticipa
su sombra con los dedos alados de la pregunta.
Un hotel de labios perpetuos, sin maquillaje,
sin lobos ni muerte. Pero hay color y un aroma
a pan recién nacido, a soldados cuyo refugio
es la luz de las alfombras. Nadie duda tras
el silencio de las paredes, jamás un oído triste
reconocerá sus lápices, su oración de bienvenida.
Afuera hay un eco de flores albinas y mil soles
sin explorar. Crece mi juventud en el espejo dorado
de los sueños y no hay canción ni buhardilla
ni oscuros alambres que destrocen su artificio.
Todo viaje es una respuesta-te acuerdas del
reloj, esférico, insomne-. Si tú buscas la herida
hallarás la desnuda efigie de los pasos. Cada
ciudad tiene un rostro de inalcanzable sed
y dentro, en el abismo de los minutos viejos,
canta el cisne, rueda la noria.