martes, 25 de febrero de 2025

Puñaladas

 

Daña la carne el filo que acaricia mi pecho,

hiere la desnuda piel con su paso raudo,

un zigzag, una muesca, un labio de donde mana

el llanto púrpura del corazón con la savia roja

de la herida derramándose en fluido tenaz,

incesante la caída del jugo vital que sembrará

la tierra con la semilla del dolor, tiñe la amura

de mi costado de pez rojiza antes de volverse

cicatriz sin nombre, compañía de futuro,

testimonio que niega la virginidad de mis poros.


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