viernes, 14 de febrero de 2025

La navaja

El metal brilla al bies de un sol de verano.


Abierta es un asta de acero que empitona la luz

con su punta sin óxido bajo el azul del día.


Pruebo a hendir la superficie que recubre el carozo con el filo cortante de su arco.


Brota la savia del corazón maduro

mientras aproximo a mis labios la pulpa donde el gusano abrió

un pozo de oquedad en el vientre rendido de la pieza.


Con el índice y el pulgar ajusto el gajo que llegará a mi boca

sobre los quince centímetros del espolón húmedo.


Arma que no servirá al odio ni a la locura,

ni será flor de una herida que deje su cicatriz en el manantial rojo de la carne.


Solo será la herramienta que con amor desnude la piel de un fruto.


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