martes, 31 de enero de 2017

Del ayer al mañana

Así, cuando la flor de la pasividad
brota en las entrañas de la carne
y deja un sol amargo
de caminos concluidos.

Solo un ejército de vida devuelve al músculo su gloria
(los gusanos envejecen ajenos a la luz
y las persianas no quieren elevarse rotas)
con las manos que son amor antes que duelo,
plumas que dibujan el círculo del mañana
con caricias y nieve.

Adolescencia, cruz en los finos ejes del pensamiento,
labios que quisieran la horma vieja del instinto,
sangre que mana de los orificios
de un sexo en semilla.

¿Y los adornos envejecidos de la ilusión,
dónde el simulacro de unas ventosas imberbes?

La luz, la luz parpadea
en el misterio de un columpio
que va del ayer al mañana,
sed es tu sed de cocodrilos,
sirenas, barcos en sombra,
balizas que no encienden la noche.

A los diecisiete años
queman las pestañas que miran al sol,
de pronto se desnudan los días,
se abrazan y mueren.

Hablarás en calles dormidas,
bajo la lluvia,
a cuerpos sin regreso
y te sentirás aire
o viento de amargura.

Bienaventurados los que en su vejez
exhiben escarapelas victoriosas,
en mis bolsillos tiembla lo imposible,
se arropa, se arrebuja
en el desliz de unos versos
que niegan el pasado
porque son
la luz infantil de la ceniza.

lunes, 30 de enero de 2017

gestos cotidianos

Si no existo porqué soy,
presencia, voz que calla la luz,
el ojo que no ve más allá del párpado,
la boca que se afirma en multitud.
Surge la nube, la fiebre de los semáforos,
una linea de metro poblada de oráculos.
Y el vértigo de un día frágil,
la mañana, la pregunta,
una comida a solas,
mi trabajo que vive en un coitus interruptus,
el regreso¿cuál regreso?,
¿siguen muriendo las polillas ciegas?

sábado, 28 de enero de 2017

Estaciones

Hay noviembres antiguos que no entienden
la magia de la luz. Sin embargo en los puentes
de la vida los noviembres a veces son luz.
Y los misterios sol y las anémonas refugio.
Basta un paseo por el parque en un día gris,
las estatuas llorando agua, los sicomoros
que agitan perlas líquidas contra la claridad
que surge, el blando transcurrir de los cisnes
sobre un agua rota. Los noviembres se alejan
cuando busco en mi memoria la flor y el trino
cansado de los pájaros.¡Qué importa el desliz
de las estaciones si mi cuerpo vive en la memoria
de todas las estaciones: soy amarillo en el azul
cálido del verano, color nieve en los estambres
que brotan al alba,cualquier sombra que persigue
la huella que dejo en mi epitafio de mar!. Sí,
porque quiero ser orilla, isla, faro, tempestad
y calma en un mismo gesto que huye. Todas
las estaciones crecen en mí como árboles
extraños y las quiero, y las nombro antes
de la ausencia que me espera.

jueves, 26 de enero de 2017

Ida Vitale recita "El puente"

Como en un cuadro

Quisiera en el albor de una pintura
encender el recuerdo.

Allí como jauría dócil los lugares hallarían un orden,
un espacio y una luz.

Me queda la memoria donde cobran vida los sueños,
las alfombras que dibujé, los pasillos y su inmensidad,
la mansedumbre de los ocasos,
tantas voces que poblaron
los ciclos de un tiempo de guirnaldas
en la senectud del ayer.

Podría descubrir los ojos de una fotografía
en la mirada más torva,
quizá la abreviatura de un reloj
todavía escriba los latidos de la noche
en la piel del niño que fui.

Es posible que la fiebre se vuelva ardid
para recobrar la senda de los libros
en camas desnudas
bajo la caricia de un temor.

No inventé la languidez del asombro,
vino a mí igual que un cráter
o jardín
donde maquilla la quietud su esperanza.

Y sigue aquí después del oro marchito de las preguntas:
¿por qué regresas, en cuál imagen encontrarás la luz
si ya no eres resplandor de un cuerpo,
ilusión blanca que palpita?













martes, 24 de enero de 2017

Te digo adiós

Hay en mi boca,
lo mastico,
lo sueño, lo ignoro,
un regalo para ti.

No existía voz en mi hoja verde,
tu callado lápiz no escribía acentos en el sol.

¿Cuál es el germen de una isla que nunca habitaré?

En la sombra,
en la perplejidad del aire que raya el no ser,
en los ovillos náuticos de un barco
que navega lo inescrutable
y al mismo tiempo exige la presencia de la aurora...
¡no!, ¡no siempre es viernes en los párpados abiertos!,
quizá un vértigo,
un columpio en las entrañas del precipicio
o la ventana que sin querer recoge la lluvia del pasado,
tal vez un pensamiento ágil
en la sed
fuera razón.

Siempre recito las palabras del silencio,
una imagen que ya es mía
porque la sitúo en la estirpe de la incógnita,
ajena a los relojes, al sueño o a la noche eterna.

Soy un punto que has robado al origen de mi masculinidad,
al fin la ácida fruta del deseo te engendra
en los páramos de la virtud
como mujer que quiere un crisol sin estigmas,
un cansancio feliz.

Te digo adiós, lejos de la cruz que has olvidado,
mañana seré un libro
donde escriba las multitudes que somos
después de la humedad,
después del aura
que ya no amanece.

domingo, 22 de enero de 2017

La fidelidad es una sombra sin cuerpo

Un vuelo cercano dibuja mi verdad sin máscara.
El principio resplandece con auroras encendidas,
el mundo lleva estampado un nombre, la ciudad
se muda a nuestro abrazo de serpentinas. No hay
custodio en el transcurrir: río de la vida el tiempo,
nenúfares que recogimos en cualquier estación,
sombras que se inquietan al verse distintas, voces
que adoctrinan los ecos de los días iguales. Pero
en el resplandor yace la pregunta, su vómito es de nieve,
su blasfemia el bálsamo que bifurca la luz. Juntos
la historia calla, juntos el futuro viaja lento
entre miradas que no necesitan una explicación
rota. Mira el horizonte de los caballos azules.
Allí nuestros pasos fingen la simetría dulce del sur,
columna o raíz de este viaje en el que somos
arcadia infinita que nos sueña.

Pablo Neruda recita "Poema 20"

viernes, 20 de enero de 2017

El inocente

Tú eres pequeño y no lo sabes.

Te desconocen las mallas del tiempo
porque vuelas en la luz
como un relámpago.

¿Qué es la edad sino un círculo hostil?

Me has dicho que no quieres la piel que mata,
yo te susurro con mi voz cautiva
trazos de la vida
que no vivirás.

Quien ama el juego muere en la noche,
lo sospechas porque has llorado los minutos perdidos
y una cicatriz que no existe
se asoma como un meteoro en fuga.

Recuerda los dominios de la caricia
anclada al yugo del agua,
teñida en su fiebre
o su instante.

Tal vez te acompañen sirenas o ángeles,
es posible que nunca entiendas
que cada paso sobrevive a su ayer.

Si al fin hayas refugio en la risa de los niños
que nada perturbe el jardín que es tu sueño
y tu mentira.





















miércoles, 18 de enero de 2017

Todas las rutas

Ni tú ni yo tenemos confín, somos alas e infinitud,
mares desconocidos y cordilleras que se abren
como un beso. Somos el viento que se inmola
en la luz, el agua inmadura de los ríos, la ceniza
que cae como ausencia en las huellas que dejamos
cuando fuimos estela. Son un círculo rojo los caminos
(el pensamiento que viaja antes del sol, un abrazo
en viernes cuando las plazas de París brillan tras
el fulgor del agua, los rododendros que el calor
marchita, la arquitectura de tu paso en adoquines
azules que lloran de claridad y sueño)su frontera
crece al sur como espigas en sazón, su álgida voz
me devuelve el arrullo de los pájaros sin memoria,
la libertad nos llama por nuestros nombres al surgir
como aire fugitivo. Todas las rutas imaginan ser rutas,
las nuestras responden como arcos salvajes y apuntan
al sol y más allá hacia lo oscuro. Abrázame si el sueño
ya no es materia, ni futuro, ni lujuria que en su avidez
nos une. Yo te llamo con mi plegaria para que ilumines
con antorchas de azar el destino. Nos espera la cruz
del misterio, los ojos blancos que alumbran la incertidumbre
de ser o no ser lo que una vez quisimos ser.

lunes, 16 de enero de 2017

Pasos en la lluvia



Es un cristal,
es un cristal de agua
el peso líquido de tu ausencia.

Seguir la marca de un río,
escuchar la tristeza inmóvil de las alcantarillas,
la techumbre que vierte su luz
en rítmicos estertores de claroscuro.

Llueve como siempre ha llovido,
debajo de los paraguas los cuerpos se inclinan
igual que cisnes ante un dios fértil;
yo solo pienso en tus botas blancas
cuando chapotean la noche
y hay música
y clavicordios,
farolas que sudan el rencor,
brillos en la piel del agua
que fluye como catarata de iris.

Te persigo en los charcos,
moro en ese lago que la luna crea
tras el desdén de las nubes locas,
en la urgencia de los portales,
más allá de la infancia de los veranos indómitos,
en la llave,
en el mar ,
en la longitud de todos los minutos
que te añoran.

Tú,
risa en la boca abierta
contra el alud de una borrasca,
tú, impronunciable anuncio del éxtasis
en la plaza que ahora se enciende
como un árbol de estrellas azules
o un insomnio que naufraga en la lluvia
que va dejando tu paso.




domingo, 15 de enero de 2017

Las palabras que nos dijimos

Habrá quien implore por la semilla perdida,
igual que mamíferos
que acechan su corazón húmedo
mientras la luz escarba los planetas del olvido.

No voy a ti porque tu nombre aún exista,
tampoco por esa inmaculada voz
que en mis sueños fue surco,
ni por tus cabellos caídos sobre un hombro ausente
o por la desconocida mirada
con que alejas la vida o la muerte
que soy.

Voy a ti para heredar la pulsera
que un día dejaste en mi piel
y que hoy es una frase que prorrumpe insomne
y se instala en los ojos que callo,
en la sensatez que ignoro.

Todos los versos
se hicieron una vez paisaje: ríos, montes y mar,
aire vestido de cantos, bosques que agitaron sus ramas
contra la rotación de esta tierra
que nos cubre.

Somos el espacio de un vientre
que se mira en los espejos
de nuestra sombra.

Yo no sé si en los instantes
en que el tiempo yace como un pájaro quieto
tú regresas a las palabras que nos dijimos.

Tendrás entonces una palidez de ausencias
y un camino largo para recordar
los mil confines distantes.

Quizá descubras un sol en las arrugas que nos pueblan.

O un otoño cuyas flores vivieron
en la caricia rota de la separación.

viernes, 13 de enero de 2017

Nostalgia

Aquí está la imagen fósil del tiempo.

¿Cuál es la calle, la fila de los niños,
el corazón del mar, los juegos
donde no existe estratagema,
los escarceos del amor
con su cohorte de inviernos?

Si busco el filtro mágico que no muere
hallo la infinitud de las risas aladas,
cuerpos que vaticinan el éxtasis
de los mediodías salvajes,
cualquier ruta que nos lleve
a la inmensidad de las flores abiertas.

Ahora que el abrazo nos desnuda,
que la vejez se cobra
los fuegos fatuos de la esperanza
regreso a ti sin escalas ni atardeceres,
solo en mi balancín de noches húmedas,
de sueños poblados por lo que no fuiste,
oscura marea fértil de la posibilidad
vencida.

miércoles, 11 de enero de 2017

Los buenos recuerdos

Nunca gritan, se posan como un suspiro
en los pensamientos, ejercen su lujuria
sobre los minutos inacabables, roban al día
su efímero latir. Con frecuencia llaman sin querer
cuando te entregas al destino de ser tú en un reloj
sin luna.¿Y si no existieran, y si su rayo se hubiera
oscurecido como un destello en la noche más eterna?
No es así y tú lo sabes. Te abraza su latido si la fiebre
del temor envenena el futuro, escriben en la testuz
del misterio un horizonte secreto de guirnaldas, flores
y absurdos. Y siempre son tu jardín, tu altar y tu refugio.
Los verás como en un cine fantasmal que repite su laúd
en la horas de lo amargo. ¿Quién sino tú entendería
la magia de los ecos que no cesan? Allí, en su vivencia
sin tregua moras, en el lugar donde existe la eternidad
de la luz.

lunes, 9 de enero de 2017

Raíces

Algo te rondará que no te abrace.¿será
el viento que quiere escribir nombres en tu ser?
No te preocupes la vida es raíz, tronco y memoria.
Sé fuerte como el fósil antiguo del que eres rama,
piensa en los que han cuidado de ti para hacerte dique
de invierno entre las olas. Vendrán adverbios sin porvenir
a hollar tu latitud de hombre cansado. Míralos desde
los cúmulos de la nieve, son niños o adultos de tajos rotos,
tú eres la fuerza que da el hogar al que regresas siempre,
porque nunca te has ido.

Cerca y lejos

Me gusta ser invisible cuando apareces.
Estoy y no estoy aunque tú me veas.
Una mirada y un sesgo mientras se
enciende tu iris en otro cuerpo y otra voz.
Me gusta ser cristal del cristal, invisible
ante la luz, solo un recuerdo sin recuerdo.
Soy nada cuando vigilo el alba, soy la
alcantarilla de la noche que besa tu paso
o tu adiós sin tregua.

domingo, 8 de enero de 2017

Gloria Fuertes recita su "Nota biográfica".

Añorándote

Que nadie ocupe el espacio de tu luz,
puerta que ambiciona un rebumbio
o efigies tras la lluvia que crece. Solo
hay una verdad que llora, es la imagen
que subyuga el árbol que eres, la sincronía
amarilla de un semáforo. Qué vulgar asoma el
pensamiento cuando bifurca la claridad de mi ayer.
Ráfagas de un laberinto, espejos que dan al sol
un nombre.¿Dónde el ejército de esta multitud
alada que escribe un arpegio en la caricia? Una
palabra se vuelca en los horóscopos del silencio
y son los signos de un tren el lenguaje de las flores.
¡Que vuelva la nube a su transcurrir de olvido,
que el recuerdo sea un don de oscuros ejes
para que la luz no encienda este cúmulo de
añoranzas en mi ataúd imberbe, en mis horas
de ceniza!

viernes, 6 de enero de 2017

Ante el espejo

El brillo es azul y recorta el sueño.
No muevas el músculo de tu verdad,
finge lo eterno en las islas de tu piel.
Mira el acento de las pupilas-hay nieve
en ellas-, sufre el cansancio de no ser
misterio. Te reconoces en el vestigio
de la juventud, llora la efigie que suda
el transito del alfil y no vuelvas al matiz
de una mentira sin ojos, a tu faz lúgubre,
a tu calavera yerta.

martes, 3 de enero de 2017

El miedo

Puedes aullar en mi nombre y yo no estaré.
¿Qué luz si sólo busco el embrión que fui?
No como, no vivo, se agitan las lámparas
y sé que alguien es. Me acechan cinco
dedos de esparto con su corazón lívido.
Madre dice que padre se retrasa, la música
huele dulce como pan de azúcar. Pronto
volverá el pájaro con sus alas de ámbar,
los silencios que anuncian la llegada del día
o de la noche. Soy historia o número, viaje
sin mapas, sábana que crece hasta mis ojos
que sueñan. Tengo dieciséis años de vida.
¿A quién se lo digo?¿en qué nube escribiré
mi futuro?¿vendrá ya la penumbra?

lunes, 2 de enero de 2017

Y llegas

Siempre hay islas que no sufren.¿Por qué
la arquitectura dócil de un cuerpo describe
insomnios, tardes de espejos, música en unos
tejanos rotos? Pronto el niño que no crece susurrará
lo imposible. Mi tía desnudó ayer la pasividad
de los marcos, la infantil querencia de las alfombras.
Escucho ese crujido que sabe a ángeles, el calor
de los radiadores me recuerda a un sol sin alma,
en los jardines vecinos un murmullo de palabras
rebota en las pérgolas vestidas de invierno. Y llegas
con la astucia de los cromos(sauce que cimbrea
su caleidoscopio ante mi sed de nauta)para escuchar
la sombra de los ojos que ven por ti cada día
en la penumbra o en el fulgor de una claridad
amiga. Son pocos los pasos hasta el bar perdido,
te buscas en un vaso cuyo cristal muere de besos,
hablamos de ausencias y de luz, en la memoria quedará
el sudor blanco de una conversación de niebla,
transitoria como el recuerdo que hoy me dictas
con tus labios que han desconocido el ámbar
de aquel solaz que aún te cubre.