sábado, 21 de diciembre de 2024

Sin ti

Aunque ardan las rosas del verano, aunque el sol

muerda en mi carne y consiga que de los poros

de mi piel brote un manantial furtivo, aunque

la fogata que encendí con su lengua roja y amarilla

eleve la temperatura del espacio en que me muevo

para convertir el silencio en un cálido jardín de oxígeno mudo,

aunque, sin clemencia, un aire desértico ahogue mi respiración,

enrojezca mis párpados, calcine mi voz; el frío seguirá presente

en el iris de mis ojos, en la profunda raíz de mi alma, en el oscuro

túnel del recuerdo; porque tú ya no estás aquí, para abrazarme.

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