La talla en el óvalo de la columna, pétrea la luz
y el ojo pétreo que mira la fósil tez del granito,
de piedra el brocal del pozo, el atrio rocoso,
labrado con cincel o espátula que da forma
a la esencia, la esculpe, la bendice, la perfila
con la destreza del maestre en ángel de oración,
en demonios, en súcubos, en bestias que decoran
las arcadas, el capitel, las bóvedas sin nervadura,
la fuente de los querubines, con alas de mármol,
con piernas de caliza, con pecho de pórfido,
con rostro de cuarzo rosa, la nave, barca de piedra
con la luz que tamiza el rosetón, el vitral, el lucernario,
el haz flamígero que cruza el ábside, la música
petrificada, música de cantil, de veta, de basalto,
el pórtico y su parteluz, porosas la imágenes:
de apóstol y virgen, de santidad y arcángel.
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