sábado, 12 de octubre de 2024

Claridad

 

Asomas como una pestaña que se abre a la luz,

crece tu aliento cuando el estertor de la madrugada

recoge sus velas oscuras; en mi estancia proclamas

tu nitidez colándote por las rendijas como un alma

generosa que da su abrazo sin esperar más consecuencia

que la celebración del día; hasta mi rostro llegas

con tu lengua infantil y rozas mis párpados sin frenesí,

lentamente, con pudor, igual que el aire tibio mece

la espiga en la cálida quietud del verano; no te vayas,

quédate conmigo, sé flor de la luz en mi piel

y en mi hogar raíz de una vida que alienta.

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