jueves, 31 de octubre de 2024

La salida del laberinto

 

En la memoria del túnel hay laberintos que me llevan

a la intacta edad donde la raíz es débil y los números

no tienen idioma en que verterse, tiempo del coral

en los ojos, de la ternura en la sien como un abolorio

que brilla en la honda noche del adulto, a la pureza

del sueño con sus candiles de oro bajo las pestañas

que no entorna la luz, al séquito del blancor desnudándose

en púrpura, rojez lívida en la mansedumbre del infante

que eleva sus alas hacia la corona de la ilusión,

bajeles y navíos en el cauce rumoroso de la pared,

perfil de islas que dibuja el índice extendido,

delgado como un alfil; la mirada ansia el vuelo del pájaro,

la fragilidad de la pompa, ser cairel de arañas

que se irisan en la penumbra de la habitación;

al fin sé que en la memoria todos los laberintos

conducen a un único lugar llamado infancia.



miércoles, 30 de octubre de 2024

La pequeña luz que me guía

 

Mi calle no existe, solo es niebla y oscuridad.

Un farol o un fanal en este mar espeso, una luz

de cerilla o de cirio entre el índice y el pulgar,

un minúsculo fulgor en medio de la noche húmeda,

una silueta en el espejo brumoso de las nubes

que vaga ceñida por el agua gris del cúmulo,

sin un horizonte claro, sin el vestigio del sol

amanecido en lontananza, primitiva luz

entre mis dedos, fugaz como el resplandor

de un ángel en el vértice de las sombras.

lunes, 28 de octubre de 2024

El aroma que el viento trae

 

Es cruel el destello donde el cristal enciende tu nombre.


Flotan en el aire nubes de abril como espuma

que late en el océano de tu piel.


No verás el mar que de mi corazón se eleva

hasta los pliegues de tu falda.


No buscaré en la esquina de tus ojos

el sonido de un acordeón

que oculte el misterio

de una historia fugaz.


Aquel paréntesis de ardor en el aroma que el viento trae

desde las tardes donde el carámbano

se volvía tea encendida

en el crisol de nuestros labios.

sábado, 26 de octubre de 2024

La bruma llega

 

Cuento los eclipses de la luna que a través de los días

convierten mi sed en asombro, desnudo como un árbol

sin el verdor de las hojas recibo el aire ancestral

que acude a mi piel con su lengua que brama

en mis axilas cantos de plenitud, ordalías que brotan

de los ejes oscuros de mis pupilas, fiebre que en mi sangre

culmina el festín sin sombra de la luz en éxtasis,

pájaro de un abril florecido recorro con mis alas

el misterio arcano de las islas, la bruma llega

con la túnica gris del silencio a vestir mis noches,

a salpicar con su agua el perfil del presente

donde la cóncava espalda de los arco iris me nombra.

viernes, 25 de octubre de 2024

El sueño de un ángel

 

¿Qué idioma sin palabras escribes en el amanecer de los relojes?

Lees bajo el candil con el libro de los sueños entre las cejas

como un lunar de fantasía que comunica el norte y el sur

de lo impensable, ávida de rosas oscuras en la intemperie

de los crucigramas sin abecedario, prístina en tu destello

de metal herido por el sol de un ocaso rojo, romántica

la mirada de flor ardiente en busca del tizón que dé nombre

al deseo hay en ti cárdenas mariposas de azar, un misterio

de témpanos en la mitad de un mar celeste, delfines en los ojos

que cruzan los arco iris de tus lágrimas que apenas surgen

de tus pestañas sin maquillaje como manantial que brota

de un corazón donde ya no brilla el sueño de un ángel.

miércoles, 23 de octubre de 2024

El fatalista

 

Detrás del blanco lo gris del sentimiento

eterniza el cansancio de las hojas en el ramal,

el fruto madura antes del verdín primerizo,

la herida sangra en el ensueño como fuente

de dolor inventado, la mutilación del ángel

no vio nacer sus alas de plumaje infantil;

raíz sin árbol la metáfora de vivir con el hilo

frágil de la duda entre las manos, con el delta

de la posibilidad reseco de fe, con la virtud

sin mañana como un débil cristal al que solo

acuden las sombras; adalid del desamparo

dale color a la espera, convierte tu noche en luz.



martes, 22 de octubre de 2024

El secreto

 

Los juguetes en el círculo de una luz eterna,

el llanto por la palabra a la que no acudió tu nombre,

la música triste de un acordeón en las cenizas de la juventud,

el azul del mar bajo la espuma del olvido,

los instantes en que la flor de la felicidad ardía,

el volar de los pájaros como un sueño de infancia;

todo eso es lo guardo aquí, en mi corazón, 

no se lo menciones a nadie.





lunes, 21 de octubre de 2024

El agua en mí

 

Pátina de plano ágil, mariposa que licua el ardor.

Sé clepsidra nocturna, velo de piel en la madrugada

de mis poros, máscara de sal en los ovarios de la luna,

rocío de estrella sobre pétalos verdes, índice de manantial

que derrama su flujo níveo por la cornisa de mis hombros,

por la montaña de mi pecho, por los brazos como lanzas;

pasillo sin cauce que moja el perfil de mis extremidades,

Sé el tacto del ángel que despierta al párpado de la noche oscura,

báñame con tu espada líquida que se vierte en mí como labio amante.



domingo, 20 de octubre de 2024

Tu sonrisa

 

Simulan los labios un horizonte en flor,

esa curva leve, esa extensión del músculo,

ese dibujo de alas, mordiéndose.


El vaso que sella el pórtico del marfil,

la lengua de mudez rosada cautiva en su laberinto,

la gracia que asoma como un manantial,

sin verbo

ni voz.


La iconografía de la ilusión en los ojos que miran

el artificio de su elipse, el candor de la mueca

que se diluye en jardín de ángeles.


También el mar que forman las comisuras

sobre el que navegan los deseos

como saliva ardiente.


Y es por un segundo himen de luz,

un destello fugaz donde refulge

la sombra de mi melancolía.











sábado, 19 de octubre de 2024

Historial de vida

 

Como el alfil del esplendor la naturaleza blanca de su nombre.


La delgada línea del misterio era para mí el hilo que reproducía

en los espejos el mástil florecido de las tardes

cuando el sol anunciaba la voz turgente de su almanaque.


Plácido el camino de los días por las rosas de abril

y los vagos apuntes de la desmemoria

porque en su imaginación el verde, la lluvia, el mar de invierno,

la ermita como una promesa alucinada, el volcán de las noches,

la atmósfera de candil y la música abrevando en el aljibe del sueño

eran puntos de luz entre las sombras proscritas del pasado.


Todo un mundo de olvidos pintaba su luz con ángeles de amor

en el portal de la ilusión, en la quimera dócil de las bocas

que dicen adiós como quien sucumbe a la corriente de los paraísos del agua.


Isla en el parteluz del río, catedral de humo en la noche de los piratas,

su barco en la lejanía fue solo estandarte de galeón,

tibias y calavera sobre tapiz negro que surca la clepsidra

de un mar hostil como aquel que ignora la atracción de la luna

por las largas avenidas de la intemperie.


Himnos de lógica y costumbres viejas en su atardecer,

huida de sí como fantasmagórica imagen,

polvo vacilante en la habitación abandonada,

ministerios donde descubrir expedientes adúlteros,

consejos que escribió al pie de las hojas con caligrafía de mártir.


Igual que la riada que retorna a su cauce la historia crece en sus bolsillos,

árbol de ciudad su cintura, frágil la red que tensa

el músculo de un solo títere, riesgo que avanza

con pasos de noche hacia la yugular vencida

por el filo inmortal de los recuerdos.









jueves, 17 de octubre de 2024

Mi piel

Tú eres la geografía de mi país secreto,

el alma viva que recorre mi desnudez con su color de luna triste,

el prado, con huellas de nómada, en el trigal que el aire roza

con la sed de una herida que se extiende por el territorio

en cruz de mis brazos angulares, el planisferio en que mis venas

simulan el azul de los ríos que surcan el sagrado edén de los bosques fértiles,

la montaña que, en gesto amante, extiende la alfombra

de su cándida nieve para darle a mis poros la humedad de la flor,

el tapiz por el que mis cabellos se alzan como un armazón

de hilos entrelazados que esconden la lisura de tu faz,

el velo que se agrieta en las horas crepusculares de la vida.

miércoles, 16 de octubre de 2024

La teja rota

 

Hay una teja rota sobre la cornisa de tu casa.


Desde mi balcón observo

cómo un pájaro ha anidado en el espacio oscuro,

rectangular, que forma el hueco que levantó el aire aleve.


En lo hondo se refugian las crías de la humedad y el frío.


El pájaro trae en su pico pequeñas ramas de abedul,

desde aquí puedo oír el piar estridente

como un grito de auxilio

bajo el bosque de tejas.


Este recuerdo de infancia me lo evocó hoy la lluvia.

martes, 15 de octubre de 2024

Viena

Entre palacios rectangulares duermen las estatuas el sueño de la gloria marchita, atardece junto a la casa a la que le nació un bosque en el rostro, ventanas sin cristales igual que ojos de legañas verdes, fluye el río por su pequeña vena de muros grises, suvenires en los comercios del extrarradio, superchería infantil de los rasgos que dan prestigio a la historia de una ciudad sin arañas de luz prendidas en los salones, sin ornamento en las miradas ni galopar de caballos alejándose por las puertas de columnas dóricas hacia el clamor que repica en la plaza como el susurro de un vals crepuscular, parques indolentes, pérgolas sin flores, patios con ecos de bruma, banderas barrocas sobre los dinteles, decrepitud de fachadas que han perdido el color, el blanco y el rojo en los mástiles, el águila y los estandartes a media asta, mientras la música como un aire errático se vierte desnuda de prodigios, cercana al sur o al norte, al este o al oeste, viento de sinfonías en las calles, cal muda que se impregna a la piel y trina como un pájaro, sin la voz de la gran dama, ni el grito del tenor ante la mecánica sonrisa del archiduque, y los polvos de arroz que blanquean la faz indolente de la desdichada mujer que devino en leyenda de mártir con collares en el pecho y una peluca donde relucen mil dijes de cristal como lágrimas de un sol caduco.

lunes, 14 de octubre de 2024

Bailarina de noche

 

Atravesada por la música,

peonza de carne que gira,

salta, vuela con escorzo de pájaro feliz.


El tu-tu y las medias,

el maquillaje como una máscara,

los labios rojos y la expresión inocente del cisne.


Grácil se eleva su cuerpo 

suspendido en el aire

por los arduas manos 

de un bailarín impúber.


Silencio desde la negrura,

la redondez del foco enmarca su busto

que se inclina como una rosa en celo

sobre el atril de la noche.

domingo, 13 de octubre de 2024

Tu angosto mar

 

Un asombro de lluvia al atardecer nos lleva a las plazas

sin pájaros del olvido. Tú, carnaval de espuma en la ausencia

del mar soñabas con ríos ocres, con enjambres de laurel

y sombras de ceniza bajo los pórticos de una casa que dormía

un sueño de princesa junto al manantial rumoroso; yo, frágil

y ardiente ascua de un corazón que transita los caminos del silencio,

buscador de tus alas en los cielos oscuros de la impaciencia,

no supe dibujar la rayuela por donde tus pies de botines

rojos saltaran hacia mí, prendidos a la luz, sutil camuflaje

con que simulo fingir que soy el faro de tu angosto mar.

sábado, 12 de octubre de 2024

Claridad

 

Asomas como una pestaña que se abre a la luz,

crece tu aliento cuando el estertor de la madrugada

recoge sus velas oscuras; en mi estancia proclamas

tu nitidez colándote por las rendijas como un alma

generosa que da su abrazo sin esperar más consecuencia

que la celebración del día; hasta mi rostro llegas

con tu lengua infantil y rozas mis párpados sin frenesí,

lentamente, con pudor, igual que el aire tibio mece

la espiga en la cálida quietud del verano; no te vayas,

quédate conmigo, sé flor de la luz en mi piel

y en mi hogar raíz de una vida que alienta.

viernes, 11 de octubre de 2024

Oscuridad

 

Tacto leve sin color, voz negra que no oigo pues el silencio

es tu membrana, encendida por el sueño, antítesis de luna,

dama que rozas mis extremidades con la sal dulce del misterio,

vivencia del pensamiento en lo hondo de tu esfera inmóvil,

magnitud de la noche en la espesura cálida de mi habitación,

lengua que lames las horas de la madrugada con tus papilas

de aire y tu ojo que no ve las facciones ocultas de mi rostro,

pulmón de oxigeno que vierte en mi piel un rocío de paz,

bruma que cubre mi vigilia tenue de rumores infantiles,

de ausencias que hablan desde la remota edad de lo ido,

emperatriz que ennegreces mis párpados con tus dedos fugaces

de flujo núbil, de ventana abierta a la brisa, al ulular de los búhos,

al aroma de las flores que llega hasta mí como un devenir

de pétalos sombríos en la dormida quietud de la estancia.



jueves, 10 de octubre de 2024

Son las experiencias

 

Son las experiencias como el delta de un río

que extiende sus frutos por el territorio

que es mi cuerpo; en cada cicatriz hay una rama,

en cada arruga una flor, en cada recuerdo una hoja

perenne que, en el árbol de la memoria, refulge.


miércoles, 9 de octubre de 2024

Aeropuerto

 

Un cántico de luz se posa en los cuerpos
que esperan en silencio un número, el color
de una palabra en el panel; fue una equivocación
suponer un destino porque el viaje va por dentro
como una serpentina cuyo idioma es el partir
hacia el misterio de los países que son más sueño
que realidad, más corazón que vivencia. ¿Llevará
un pájaro en su bolsillo la mujer del abrigo verde?
¿rezan acaso los ángeles antes de alzar el vuelo?
¿y las nubes, por qué permiten la herida que causa
el avión al penetrar en su piel como una flecha de plata?
El altavoz te nombra y confirma que eres tú mi destino.

martes, 8 de octubre de 2024

Octubre

Era octubre y no llovía,

aquí que siempre llueve.


Los gin tonic baratos,

las conversaciones gastadas,

el hastío igual que una flor herida.


Las medias negras y la falda roja,

un suéter ajustado,

el carmín y el khol

eran el disfraz de su cuerpo.


Mi rostro en los cristales

desnudo como un trébol sin hojas,

y la noche pacientemente esquiva

en las ventanas sin luna.


De nuevo regresa octubre,

pero hoy sí que llueve.







lunes, 7 de octubre de 2024

Juguetes

Aparecieron de madrugada

como pájaros que migran

al corazón de los sueños.


Este para ti, Manuel,

aquel para ti, Rosa.


Y el asombro,

la maravilla,

la ilusa fe del niño

como si cada juguete fuera un ángel

que iluminara por un momento

el jardín sin sombra

de su alegría.



domingo, 6 de octubre de 2024

Ya de niño

Ya de niño comprendiste que podías volar.

Sin alas, solo con la mente.

Lee, sueña, imagina un film que lleve tu nombre.

Sé el personaje(o los personajes)de un guion
que irás construyendo día a día.

Y cuando llegue el final, sonríele al mundo,
pues habrás vivido.

sábado, 5 de octubre de 2024

El dolor

 

Puede ser alud que rompe la paz del sentimiento,

daño que golpea la carne, los huesos, los sentidos

con un arma cruel, ausencia de luz en el núcleo

de las sombras que vuelve insensible el ánimo,

o un río silencioso que carcome lentamente la razón

de vivir, una verdad que no halla respuesta en la risa

o en el júbilo de un hombre feliz, llegará con sus corceles

negros al viento y galopará por tu interior, por tu piel,

tus músculos, tu sangre y tu voz como el amo que no

descuida su territorio y te posee y te susurra la vieja

canción de la noche que anuncia el fin de la calma.


viernes, 4 de octubre de 2024

María Casares


 

El humo del enésimo cigarrillo vela sus ojos

donde el verde agua es un mar eterno.


Habla con fe de la vida,

con el ardor de quien fue parte de la historia de un siglo,

ríe al recordar los tiempos de su niñez,

agradece a otro país su destino,

las mil máscaras con que pudo representar la pasión,

la lucha, la dignidad, el coraje o los celos.


Pero no olvida su raíz, la añoranza de una tierra fértil, sencilla,

y de un mar azul por donde navegaron sus sueños.


Su fortuna, evoca, haber vivido junto al hombre sereno,

lúcido, fraternal, Albert dice, suavemente, como si recordara a un ángel.


Un amor de palabras comunes, de corazones que latían unísonos,

de fiebre y pasión por una vida convulsa y difícil,

cruel y dolorosa pero también álgida y plena.








jueves, 3 de octubre de 2024

Viento

 


Quiere jugar pero es muy torpe; empuja, golpea,

arrastra las hojas caídas, hace vibrar los cristales,

mueve los cabellos del árbol, encrespa la ola

en bucles blancos, le falta la ternura del niño,

no habla, silba locamente como queriendo

avisarnos, no te aproximes a mí, no juegues

conmigo, quédate en tu casa porque soy un río

que te lleva a donde tú no quieres ir, a ese lugar

donde tus pies ya no pisan la luz que te guía

ni tus piernas avanzan como un tren cuyo

destino asoma en el portal sereno de tus ojos.




miércoles, 2 de octubre de 2024

Comprensión

 

Si no sabes ver más allá de la palabra que hiere sin pretenderlo,

si no sabes perdonar a quien se equivoca y lo admite,

nada entiendes de lo humano,

nada sabes de la vida.