domingo, 7 de diciembre de 2025

El triunfo del poeta

 

Lo que busca es el eco donde su nombre repique

en el mar de sí mismo; resistió al aire que pulía

su inocencia, ante la negación opuso espadas de silencio,

fue bandera de su arcadia con la tenacidad de quien esculpe,

lentamente, un rostro mineral; caen pétalos sobre el laurel

que corona el cenit de su cuerpo, aplausos de almíbar,

flores blancas en el ojal de su toga púrpura, la nieve

es maná cuando recibe en sus labios el cristal puro

de la dicha; ya olvidó los días en que su voz

lloraba azucenas, hay un pedestal en sus ojos

y sobre él- al fruto que hoy resplandece- llegará

el insaciable gusano que, al fin, lo pudra.

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