sábado, 25 de enero de 2025

La noche eterna

Qué lentamente la cortina del día baja su velo de luz,

qué armonía de pájaros acecha el primer dorado de la tarde,

qué eclipse de rosa y azul se columpia por el cielo como un alba prematura,

qué arpegio de sol languidece en amarillo igual que una flor de invierno en el corazón de la escarcha, 

qué desnudez asoma en el crepúsculo con el rojo y el carmín que anticipa la tiniebla,

qué noche es la mía que nunca se ha ido.


No hay comentarios:

Publicar un comentario