Así son las venas que arrastran la pulsión del mal,
así el hemisferio lloroso donde las paredes destilan
hilos delgados de agua turbia, largos túneles de orines
y defecación, la humedad sin antorchas, las puertas
cerradas a la luz, los ratones ciegos junto al mendigo ciego,
el olor hostil de las cloacas y la huida por los corredores
que forman un círculo infeliz; un día la sangre
más negra cesará y descubriremos la luz.
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