sábado, 3 de diciembre de 2022

Soy gitana

 

 

Mis ojos no son azules, mi piel no es blanca.

 

No sé por qué se ríen de mí cuando hablo,

ni por qué me miran con desprecio.

 

No debería estar en este curso

pero me empeñé en seguir estudiando

-gracias abuelo por apoyarme-.

 

Desde los diez años tengo novio,

me casaré con él a los quince,

la familia ignora que mis planes son otros.

 

Los payos no son malos,

solo es que nos desconocen,

como nosotros a ellos.

 

Tengo una amiga que se llama Eva,

es la única que juega conmigo,

es la única que me habla.

 

A veces la profesora me grita y me dice estúpida

-aunque saque buenas notas-

o bien murmura:

esta niña estaría mejor con los suyos.

 

Como todos los días tendré que caminar cinco kilómetros,

el poblado está lejos, tan lejos como este mundo

que aún no me acoge.

 

Llegará un día en que yo consiga lo que está vedado para mi pueblo,

seré maestra y enseñaré a los niños a respetar a las personas,

sean quienes sean, vengan de donde vengan.

 

Quiero poner mi granito de arena para que la humanidad sea mejor,

quiero ser un ejemplo para mi etnia, quiero ser feliz y libre

como un pájaro que atraviesa, valiente,

la más profunda de las tormentas.

 

 

 

 

 

 

 

 


2 comentarios:

  1. Feliz y libre, una meta elevada y bella.

    Besos.

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  2. Felicidad y libertad son buenas metas, sin duda. Gracias por tu visita y palabras. Besos.

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