lunes, 1 de agosto de 2011

Confesiones desde un bar


Guardé palomas en mi pecho de nylon. Sólo
porque el frío no hallará luz en mi memoria.

Pero vuelve la fugitiva canción del tren, y los adioses
y el vacío que se dobla como un acordeón sin hojas.

Tu futuro son mis playas, tu maquillaje la piel
temprana de las esferas.

Nada se parece a ese viento que naufraga en los cristales
cuando la noche refulge como un desconocido azar.

El sonido ya no hereda la virtud del pensamiento
y es un cuerpo que se aleja mi doblez y mi renuncia.

El color y su patria gris, aquel mensaje que los caminos
confunden con la crisálida del sur, y por fin las páginas
de un libro que se vierten como un sol adulto.

Salimos al olvidado edén-que yo conozco con sus viles
trampas, sus azulejos de desvarío, sus mutilados enjambres
sin signo ni edad-.

Te llevo al bar de la penumbra, allí donde la música
espejea y los rostros que no olvidan las paredes acechan
en la media tarde de un frío enero.

Ahora la palabra cabecea como un cisne y tú me cuentas
lo que ya no vendrá con sus raíces mustias y su dolor de alfileres
y tiniebla.

Aquí, es cierto yace el sol, y huele a mar como si nadie
robara su aliento a la vida gris de las mareas.

Soy un invitado al tenue descanso de las sombras.

Soy la doctrina de los sauces bajo un cálido estertor
de niños hambrientos.

Los días fecundan días y nos visten de mapas y nos confunden
con banderas de un solo ojo o estandartes de un pasado infantil.

Quedará el sabor agrio de la cerveza, las luces que acampan
en la sed de los teléfonos y ese yugo que sabe a sal, a ironía
y a ecos que van o vienen sin apenas dulzor.

Veo el corazón de la isla(sus raíces de dragón, sus amuletos azules,
el acento hermafrodita de las águilas).

Una vez fui los ojos tristes del pájaro que te busca en la semilla
de un adiós infinito.

Cuando tú ya no eras.

4 comentarios:

  1. Preciosos versos. He disfrutado leyendo este poema que, en mi modesto entender, parece contener otros tres dentro de él. A partir de la cuarta estrofa, en la quinta y sexta, se habla con otro tono, magnífico, con otro sentimiento donde el sonido y el color toman protagonismo. Me ha gustado mucho. Enhorbuena ramón. Un abrazo.

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  2. Como siempre, Tino, tu comentario es de lo más acertado. Te agradezco la visita y te deseo un buen verano. Un abrazo, amigo.

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  3. Sigo leyéndote Ramón, en silencio, pero por aquí me tienes.

    Sobra decir que me sigue alucinando tu forma de escribir, de dibujar con letras....qué fácil parece cuando te leo. :)

    un abrazo

    (estuve por galicia, por vigo y alrededores...un buen lugar para perderse unos días.....y, de fútbol, mejor no hablar, verdad?)

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  4. ¡hola, Antonio!jajaja..ya veo que no pierdes las buenas costumbres y sigues viniendo por mi tierra a disfrutar de su gastronomía y su belleza.Espero que todo te vaya bien, ah¡ y yo también me paso por tu blog de vez en cuando aunque no deje constancia de ello.Por cierto llevo en el coche un cd donde tengo algunas canciones de Los Secretos y lo escucho a menudo. Un fuerte abrazo.

    PD No me hables de fútbol, please. Pobre Dépor, es como la economía, cada vez vamos a menos...

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