lunes, 1 de abril de 2024

Luz, cristal y plenilunio

 

Tú verás el nombre de la luz en su lisa piel.

El corazón del tiempo amanece en el cristal

porque el alba llega con ínfulas de estío y ya

todo es color y vida en la transparencia del cuarzo.

Las yeguas de la luz galopan por el mundo

con sus ijares amarillos y su belfos carmesí,

las guía el sol del verano. Y en mi rostro,

que añora la luna y la oscuridad de la noche,

la luz es una venda que me impide verte,

como te vi ayer, con tu pálida desnudez,

nimbada por el candil del plenilunio.

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