domingo, 3 de agosto de 2025

Breve misiva al padre

 

Tu pelo engominado

y el bigote fino

te sitúan en una época

que no es la mía.


Aunque igual que yo fuiste nada más

que huesos, piel y vísceras.


Solo un hombre.


Ahora que tengo tu edad he llegado a comprenderte.


Con un niño no se puede hablar,

no está todavía formado,

con un joven si se puede hablar,

pero resulta difícil ya que las mentalidades chocan

sin remedio”- te escuché decirle una vez a madre-.


Además tú no aguantabas

que te llevaran la contraria.


Esa era una filosofía que nunca compartí.


Ahora que ya no estás

es demasiado tarde

para que dos adultos

hablen frente a frente

con el corazón libre

y sin desconfianza.


Solo puedo imaginar lo que nos diríamos.










No hay comentarios:

Publicar un comentario