domingo, 31 de agosto de 2025

Piso con vistas

 

Algunos comercios de barrio y nada más.


Una calle sin árboles 

ni semáforos.


En mi edificio carecíamos de ascensor.


Solo escaleras por subir

-vivía muy arriba-

y en mi piso un ventanal

que daba a tu cuerpo

desde donde tenía,

sin comparación posible,

la mejor vista

de toda la ciudad.


La rosa y el pájaro o el pájaro y la rosa

 

Uno más, una semilla o un pájaro-niño que brota

o vuela por jardín o cielo con el tallo breve, las alas

pequeñas de príncipe, sin sequedad ni jaula, así

colmándose en pétalos abiertos, lúcidas plumas

de inicio oscuro, más tarde lienzo multicolor, duración

en que la ósmosis vence al frío de la nieve, madura

en hojas tiernas el rosal, más allá el cenit del pájaro

bajo un sol de estío o en un abril exhausto de luz,

con las nubes multiformes, los dos culmen de vida,

una en rosaleda, hermosa comunidad de ardor

perenne, el otro, firme mástil su duro pico, su plumaje

gris, el vientre blanco y un destino en lontananza

como navío que atraviesa los ríos de la noche

hacia la luna de ceniza, su sombra en el corazón

esférico es señal de libertad, un rayo negro,

la cicatriz furtiva de un pájaro que hace sonar

su trino de calandria sobre el alba que revive.


viernes, 29 de agosto de 2025

La casa árbol

 

Desnudo el árbol de mi casa con la hoja multicolor

del ensueño, y no hay laberinto, ni espejo ni red,

solo un tatuaje en la piel donde las historias son fruto

perenne, raíz que ancla su singladura en mi corazón

como un aro de luz que recorriese la sangre sin atavío

de la vejez, aquella claridad que nunca llegaba al azogue,

el lento devenir de la música en mis oídos que recogían

como en grácil cuenco de manos las letras y la armonía

de una canción de amor, las voces de las niñas, el viento

musculoso bailando con el cristal la sinfonía impetuosa

del aguacero, y todo en mí: las grecas del piso, la pared

granulada, los muebles de caoba, los cuadros sin firmar,

las fotografías antiguas, el cristo doliente en la cruz...

y la habitación de infancia como si en el alma un hogar

eterno palpitara conmigo bajo la nítida voz de la memoria.

jueves, 28 de agosto de 2025

El fruto de la nocturnidad

Que eco recuerda el paso de ayer, silencio de piedra en la noche viva, 

sigo el crisol amarillo de los faroles, la rama violeta del árbol en la lejanía 

que recibe en sus hojas el neón, y soy lluvia y aroma de mirto, soy la luna 

en el cristal de todas las ventanas que no nacieron de tus ojos, me alimenta 

la voz vieja de los portales y el primer goce de los cuerpos bajo las sábanas 

encendidas por la pasión desnuda, qué luz confunde la rosa blanca con el ágil 

pájaro negro que vuela por las cornisas mojadas de ardor, columpios en el parque 

como astas vencidas, un resto de sol en esta iglesia, milagro de cirio 

en la hornacina que las gotas perdidas de la tarde mojaron con su agua 

de amor, y en ti una guirnalda y un sol herido, en ti la penumbra 

del ave muerta, en ti la tez de una hormiga que es un faro blanco 

en mi senda de nocturnidad pétrea, y voy al rótulo de atavíos 

curvos, con un nombre antiguo de simbología intacta, voy a la música 

y a las letras de la poesía con el zurrón vacío de nieve, voy esquivando 

los espejos para que en mi rostro no crezca la nube del olvido, 

voy como sombra entre pilares de mármol ausente y fugaz 

dejando un verso gris entre tus cejas de tinta azul, y llego 

al atrio y al túmulo, al arco ojival y al oro de la caoba tintada, 

allí en un segundo de paz mi oración es un aullido que se vierte

dentro de mí como un bisturí que saja la ausencia de los mil nombres 

con que quise ocultar el mío ahora que nadie ignora a cuál respondo.


miércoles, 27 de agosto de 2025

Hacerse mayor

 

Es un hombre atractivo, 

culto 

y no le falta dinero.


De mujeres va sobrado.


Diríamos que es un triunfador.

y además se encuentra en la plenitud de la vida.


Pero a veces al mirarse en el espejo

se da cuenta de todo lo que irá perdiendo

con el correr de los años

hasta su día

último.


En esos instantes comprende

que resulta más doloroso hacerse mayor

cuando se está en la cima del mundo.

Recuperamos la verdad inútil de una campana

 Qué es el artificio,

¿tu soga de perfectas uñas nacaradas?
¿el adiós que escupe en las alcantarillas su último
verso idolatrado?.

Descubre un pétalo de sol en mi nombre,
desde tus esquinas se rompe la savia de este tronco hembra,
nace el delirio esquivo de los portales,
su horizonte mata escamas, norias de un pasadizo oscuro y terrible.

Mi amor se tiñe de algas azules, tu lluvia marca mis dedos
como un pájaro de oro y tiniebla, sudan las cruces
de aquel mundo ignorado, en el trasluz los visillos
palpan tu piel, la desnudan de azúcar y azabache,
los días, su insolencia de diminuto espejo, son como agujas
expuestas a un sol siniestro, cadáveres que llevan de la mano
un adiós silencioso, alcanfores que los vasos han proscrito.

No hay punto y aparte capaz de encender tu deseo,
ya no eres la volátil quietud de una pluma herida,
dibujas la sombra de las sombras en jardines de pánico ciego,
los años son un círculo perfecto, en él encaja tu acento de rosas,
para mi eres la musa que no ha conocido imanes, el soldado
que perdió su estigma entre idiomas de cal sedienta.

Ahora recitas silencios y tu aurora huele a murmullo de ríos estancados
¿me ama tu tenaza, me odia tu vacío de largos tentáculos de almendra?
Soy mi sombra a cada instante, regreso al acantilado dúctil,
¿lo recuerdas?, allí las palabras viajaron como viento,
tus hombros comidos por charcas fumaban bocas de nube amarga,
era azul tu hora oscura, después llegaron púlpitos de naves perdidas,
lienzos donde la espectacular mesura de los pendientes
ejecutó la pirueta de los vestíbulos cerrados.

Alambre, dudas, esa ciénaga cuyos espectros comieron semáforos impúberes.
¿Dónde está hoy la perfecta armonía de lo cúbico, aquel semblante horizontal
que atravesaba sexos, tus alas de murciélago en mi mástil de hombre?
Ajenos a los pentagramas, recuperamos la verdad inútil de una campana.

Cuando leas este poema crecerán suburbios en mis venas, pero tú
ya te habrás ido, como un espejo sin azogues, como un peldaño
sin máscara, igual que una luz que tiembla y se derrama
en su tiempo diminuto, en su segundo exacto.

martes, 26 de agosto de 2025

El regreso

 

“ Una mujer con sombrero,

como un cuadro del viejo Chagall... ”

Silvio Rodríguez


Con un bikini claro

y un sombrero pajizo

caminabas por la orilla

entre las olas

de una playa del norte

casi vacía.


Fue en un Septiembre

de hace ya muchos años.


Hoy que sé que te has ido

recuerdo esa imagen, 

y lloro por ti 

en el mismo lugar

donde un día  

te vistió la luz.


Cumplo 66 años con la niebla a mi alrededor

 

Si le añado un seis más

formo el número del anticristo.


Lo cual me hace reflexionar

en qué tipo de hombre soy.


Creo que como la mayoría

ni blanco ni negro

-dicho metafóricamente

en referencia a la bondad 

o maldad

del individuo-,

o sea una persona gris.


Alguien vulgar,

en definitiva

un hombre común

con más defectos 

que virtudes.


Y gracias a mi apariencia gris

es que me confundo

con esta niebla

que poco a poco

me abraza.

lunes, 25 de agosto de 2025

A mi corazón

 

Qué guardas en ti desde la primera claridad de los párpados abiertos,

una fibra noble te urdió, un susurro de madre y una voz etérea de padre,

como un crisol filtras la nieve omnisciente y el calor pasivo del devenir,

igual que un río cantas en las orillas donde se cruzan los ecos del azar,

me amparas con tu latido insomne, me buscas al atardecer de los tiovivos

con su incesante elipse de equinos al alba, has llorado bajo las ruinas

de la desdicha, fuiste águila que penetró en la sima del sentir, bebes

la luz de las historias en cometas que pasan por la fría noche del deshielo,

tu abril es un canto de flores que empañan mis ojos con las cicatrices

australes del amor, te colmaste de bondad y a veces de un odio blanco

como el pus ardiente de la rabia, te aceleras o finges calma según

los avatares lleguen con la sombra multicolor de la vida, eres la luna

consciente de su rayo que invade la locuacidad de la palabra y le das

clamor o le das alegría o callas haciéndote el dormido cuando de nada

sirve que te oigan los mensajeros ávidos de luz que ven en ti cárcel y no un ajedrez

donde se juega la partida sin ganador de los sentimientos, unas veces felicidad,

otras melancolía, casi siempre sereno gong apenas audible si alguien posa

su alma en este músculo mío cada vez mas necesitado de una voz que lo arrulle.

domingo, 24 de agosto de 2025

Ciudad madre

 

Son las seis de la mañana

y he salido a caminar

entre una densa niebla.


Con transeúntes fantasmas,

los faros de algún coche que circula despacio,

la humedad que moja mi piel.


Me gusta sentirme así

es como si el útero de la ciudad

me protegiera de la luz,

de mí mismo

y de los demás.

sábado, 23 de agosto de 2025

Nuestro amor

 

Ayer nos contamos nuestros sueños.


Tu sueño era claro y luminoso,

el mío oscuro como pez.


Es evidente que nuestro amor habita

en ese lugar

intermedio

en que día y noche

se confunden.



Retrato del tiempo

Nunca se quiebra, duro, constante, siempre el mismo

sin ser el mismo, etéreo, invisible como el aliento

de la vida, el que estuvo, el que corre y el que vendrá;

en él no hay raíz ni mineral, es brizna de luz, aire

que no atrapan los sentidos, música en el carcaj

sonoro de los relojes, enlace, tela, red, sucesión

que ignora el eco de tus pasos, historia, presente,

realidad y utopía, sangre universal de la humana

especie, sentencia última que condena al olvido.

viernes, 22 de agosto de 2025

Los paraguas

 

Los días de viento y lluvia

-aquí son muchos-

la gente se aferra a los paraguas

como si lucharan con gigantes.


Enternece esa voluntad de avanzar dando tumbos,

parándose de vez en cuando

a colocar las varillas

en un combate

que todos sabemos

acabará en derrota.


Si son personas mayores

me aproximo a veces

para ayudarlas.


Algunas se ofenden y yo las entiendo

es difícil admitir que ya no se tienen fuerzas

ni para sostener un paraguas

como siempre,

desde niños,

lo hicieron.


Disculpas

 

Es común la opinión

de que con la edad

el buen lector

retoma las lecturas

que marcaron su vida

-en especial 

de su adolescencia

y juventud-.


Yo, en cambio, las rehúyo

por el miedo a descubrir

que ya nada me dicen.


Camús, Salinger,

Martín Santos, Cioran

Dostoievski, Kafka…

perdonad 

a este pobre 

cobarde.

jueves, 21 de agosto de 2025

Un pájaro de fuego vuela sobre España

 


Ya está aquí el pájaro de fuego.


Lo empuja el viento cálido de agosto.


Se nutre de la sequedad de la broza,

del matorral salvaje, del bosque fértil.


Su lengua inflama el corazón del árbol,

a las raíces les crece una flor de ceniza.


Ya no hay paz para el animal

que huye, el hombre llora

la perdida de un mundo virgen.


Al pájaro de fuego le abrieron la jaula

quienes no viven allí

sino en los altos palacios

de la miseria.




Plazas

 

Da igual que tengan estatua,

las rodeen pórticos,

o algunos árboles,

plátanos preferentemente

las adornen.


Sirven para quedar,

para sentarse un rato,

o para que jueguen los niños a la pelota.


Yo solo las cruzo

como hacen los pájaros

que nunca detienen

su vuelo.


miércoles, 20 de agosto de 2025

Esa amante que tanto me cuida

 

Escribir un rato todos lo días

como si lo que uno escribe fuera importante

-qué no lo es-.


Un paseo matutino

por la ciudad

oculto tras mis gafas de sol

-así me hago la ilusión

de que nadie me reconoce-.


Esa película que ya vi varias veces

pero que quiero volver a ver,

en plan antojo.


Por la noche un vino

o una caña

según me apetezca.


Y todo gracias a mi amante

que se desvive por hacerme feliz.


Su nombre es Rutina.


De madrugada

 

Eran muy jóvenes

-dos chicos y una chica-,

rondarían los veinte.


Ayudaban a un hombre

que estaba tumbado en medio de la calle

con evidentes signos

de borrachera.


Enseguida llegará el 112”, nos dijo la chica.


Me fui pensando que con juventud como esta

todavía hay esperanza para el mundo.


A ver si les dejan.


martes, 19 de agosto de 2025

Las grandes decepciones y sus beneficios para la salud

 

Con la primera dices: “bueno un día tenía que llegar”.


La segunda duele más

pero sigues adelante

porque la vida está llena de ellas

-aseguran lo expertos-

y hay que vivir de ilusiones

-igualmente lo aseguran los expertos-.


A partir de la tercera

-en mi caso-

es cuando uno abraza esa filosofía

tan saludable

a la que llaman

escepticismo.


Por fin ya puedes reírte de todo.


Flashback

 

Lo que dura la parada

de dos buses que se cruzan.


Ella va hacia el norte

y yo hacia el sur.


Nos miramos a los ojos apenas quince segundos.


Pudo haber sido una vida en común,

en otra parte,

en otro tiempo.


lunes, 18 de agosto de 2025

El nuevo día

 

Ya está aquí el rayo que viste a la luna de sueño.


Ya está aquí el alba amiga con su primavera de luz.


Ya está aquí la claridad que crece anunciando la mañana.


Ya está aquí el pájaro libre que trina con el primer sol.


Ya está aquí el nuevo día, amor, el nuevo día.


domingo, 17 de agosto de 2025

Destronando al miedo

 Ven extraño mensajero que con el fervor de mi sangre

te acicalas, silencioso como la piedra del ámbar antiguo,

imberbe porque tu piel de recién nacido simula protección,

bálsamo y herida, majestuoso desde el precipicio del alba,

nunca ausente, siempre gloria de los minutos y del azar,

en la canción de tu río tiemblan las gárgolas del día, robas

al sol el eje de la luz y lo vuelves mancha que reluce bajo el azul

como ceniza de la noche o alba oscura del silencio, fluido blanco

que hace temblar el carmín de los labios, desvelo que dura

lo que duran los millones y millones de latidos que te nombran,

flor de azalea en la penumbra que roza con sus pétalos insaciables

la paz sin gloria de los muertos, asesino del ímpetu que atenaza

las garras de la vida con su collar inverso de rubís sin alma;

no acudas al arrojo ni a la serenidad vieja de los dólmenes,

calla y sé sombra en el bosque más profundo del olvido,

amarra tu ancla junto a la fiebre azul de los espejos

y deja que se vuelva luz el acto de ser y no vigor

de estatua la tenaza de tu aliento; aléjate de mí,

esconde tu órdago infantil que ya no asusta a los lobos

que alimentan con su aullido las raíces de mi corazón valiente.

sábado, 16 de agosto de 2025

Ni perros ni gatos

 

¿Hay mejor animal de compañía?


No tienes que alimentarlo

ni bajarlo al parque

ni necesita que lo vea

regularmente el veterinario.


Ten por seguro además

que no se morirá antes que tú.


Con la edad te vas acostumbrando a su presencia

hasta que ya no eres capaz

de vivir sin él.


Es el maldito aburrimiento.


A unos metros de ella

 

Mueve sus manos como si fueran títeres.


Me asombran el baile de los dedos

y la expresividad del rostro,

la coreografía que interpreta

cuando fuma un cigarrillo.


Desde aquí no escucho lo que dice.


Solo llega hasta mí

su cuerpo

sin voz

iluminando

la noche.


viernes, 15 de agosto de 2025

Aquel extraño día

 

Fue como si en medio del frío invierno

amaneciera un caluroso día de verano.


Duró 24 horas.


O sea lo que dura el amor

cuando el amor no es amor

sino únicamente

deseo.


Un día sabrás

 

De joven no me identificaba con él.


Ante el espejo no reconocía como propios

esos hombros caídos, ese cabello cano,

esa piel envejecida.


Yo me cuidaría, nunca tendría esa apariencia.


Me refería a mi padre.


Ahora es mi hijo el que no se reconoce en mí.


Lo sé por cómo me mira.


Tal vez podría decirle que yo pensé lo mismo a su edad,

que nadie admite el futuro si este anticipa una derrota.


Por eso un día sabrás, hijo, cuánto te comprendo.


jueves, 14 de agosto de 2025

Notas

Algunas veces los pájaros no regresan.

Les puede su orilla,
la elipse
o los dormidos acentos del adiós.

Así, el eje de los días
cuando la telaraña del suceso se enhebra
con la metamorfosis
y un osario de luz no interrumpe
la gloria del devenir.

¡En los juegos, en los juegos,
el aprendizaje de la caricia!

Después, el revólver ejerce sus preguntas
y empieza el látigo del soy o no soy
a escribir su laberinto.

En fin
no pretendo ser un viento inalcanzable,
solo la ola gris que enternece
el sombrío gesto de la luna
-su cicatriz de niebla en la medianoche-.

Hay sonidos que se reflejan en los toboganes,
su luz decae rápida
como un asteroide.

Si los ojos grises han llorado
será por la ubicuidad sin esperanza
(una abreviatura de guirnaldas
sin conocer la flor marchita que llueve)
o por las dudas que anticiparon la edad sin fósiles
o algún delirio en el maquillaje del hoy.

Guardo en la garganta los anteojos de la lucidez,
por eso escribo estas notas sin nombre
que llegaran hasta ti
como un dedo que acusa
o un temblor que oscurece.

miércoles, 13 de agosto de 2025

La eternidad de la espera

 

Vendrá, tal vez, el orden que no vi desde la honda

profusión de los gestos inmóviles, llegará el aire

limpio o el humo que calcina el rubor de la nieve,

son minutos de reloj los suspiros que callan el incesante

acontecer de los flujos vitales, son arpegios de latitud

los giros inesperados del suceder cuando en un remolino

las cosas circulan a mi alrededor y yacen después de su sangre

viva bajo el humus de lo ido, ocurre que me traspasa la luz

y no queda claridad en mi memoria, pasará un abril tras otro

sin que la duda aleje su sombra, vigía yo desde el faro que observa

el mar con la atención perdida en el horizonte, y no arriba el navío

y no asoma en su velamen la esperanza mientras se hace viejo

el candil que ilumina el océano de la virtud insomne sin otear

un sueño entre las olas cada vez más lejanas del ansia.

martes, 12 de agosto de 2025

Párpados

 

Dejadme íntegro el resplandor de esta ciudad que no envejece.


Es una ciudad que vive en mis párpados.


Me basta su lienzo para evocar los días inmóviles,

los instantes de luz y el brillo de la carne joven

bajo el tapiz de unas nubes de oro.


Y siempre tú, alejándote en la noche,

vestida de tren y luna.


Cerraré mis párpados para ver el jardín

donde crece la flor de la nostalgia.

lunes, 11 de agosto de 2025

Pájaro de niebla

 

9 de la mañana.


Bendita sea la niebla de agosto.


El misterio de la bruma,

el rocío del agua

y esta especie de parálisis del tiempo

bajo la luz gris de la mañana.


Mientras camino

la evocación de los recuerdos

es también bruma.


Vivir entre nubes

oculto del sol

como un pájaro

al que le han nacido alas

en la memoria.


domingo, 10 de agosto de 2025

El ojo de la cerradura

 

Hay color, figuras, voces y ecos.


Entre la niebla soy el silencio y la metamorfosis,

la sucesión circular del tiempo y de la nada.


Yo espío a mi pájaro que voló sin mí hacia el delta de la luz.


Me acompañan las sombras sin presente

que huyeron por las fisuras del olvido.


Algún grito y la alegría pasajera de los boliches nocturnos,

el desencuentro inevitable de las vidas

que extienden sus ramas en direcciones opuestas

como buscando cada una su sol y su noche,

su primavera y su hostil invierno.


Y allí, también, igual que faros que iluminaran

la habitación de pronto encendida

lo que fui con los pasos de la infancia,

los secretos de la juventud, la falsa madurez

tras la puerta que permanecerá siempre cerrada

aunque desde su ojo sin llave

yo contemple emocionado los recuerdos

que pasan ante mí 

como en un carrusel vivo

o a través del vértice de una noria que no cesa de girar.

De las cosas previsibles

 

Lo bueno y lo malo

llegan, a menudo,

sin avisar.


Un día aparece el amor

o te toca el gordo de la lotería de navidad

o recibe un premio

aquel libro de versos que publicaste

y que ya tenías olvidado.


Otro día enfermas,

sufre un accidente grave de coche

alguien de tu familia

o no consigues un objetivo

que perseguías

con ahínco.


Hay que estar preparados para todo.


Pero mientras tanto

disfruta con el presente

que es la gran parte de los momentos

en que nada

especial

pasa.