viernes, 25 de agosto de 2023

Nace el día

Hilos de luz que caen al patio de mi casa como agua de gárgolas.


La mañana florece en los tejados, pudorosa como un ciervo
junto al río que recorre el invariable confín de los calendarios.

Las seis en el reloj de pared con la sombra fugaz de tu rostro
en su esfera de plenilunio.

La luz como un magma, cubre la lisa textura de las sábanas
que se extiende, infinito reptil, sobre tu piel anochecida.

Sol de ventana traslúcida en tus párpados que parecen cortinas de paz,
lienzos dormidos que velan unos ojos con raíces de abril,
con flores de ámbar, con lunas sin lobos que aúllen mirando al color de tu sexo,
con islas en un estanque 
sin límite ni alba.

Así llega la luz como un cuco que nos roba el misterio de la noche.

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