domingo, 9 de julio de 2023

El frío de la vida

 


La inmovilidad de los espejos,
el vaho como sábana de agua en el cristal,
mis músculos y mi piel adormecidos
por la memoria ausente del día,
el ártico como un alfiler que traspasa la carne del desnudo
con oráculos de viento polar.

Lágrimas de nieve bajo los porches,
en la cumbre de las aceras, espejismo de escarcha en la duna,
en la mies, en la colina, en la frágil membrana de un río helado.

Tardes de algodón en un invierno estático, hogueras en el infinito
de un horizonte sin mar, mástiles y árboles con pátina de frescor
en la longilínea estatura de sus troncos, rocío que desafía al sol,
sol tibio que niega el insurgente amarillo, sol de vejez humana,
lamiendo el orbe con legua húmeda de marsupial, sol velado
por la incontinencia de las estalactitas, de los carámbanos
y las agujas que penden de los alares.

Y este grito que me brota del alma: ¡Intemperie!

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