Volver a la luz desde el fondo del abismo.
Y jugar con niños azules a la bondad y a la lujuria.
Mi cuerpo al que le han crecido alas para
ser el pájaro de la ilusión, su figura alegre.
Y el amor con sus serpientes blancas viajando
en trenes nocturnos hacia los ojos de un cristal mudo.
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