Amaneció la blancura como una raíz que tirita
en la fría mañana, y en las hojas un velo de plenitud,
y en el tallo un vestido de cristal puro, y en la siembra
una capa de polen celeste de color diamantino;
ya el ramaje con su cintura alba brilla entre la luz
como un rocío de piedra, ya cada pétalo es una
quebradiza constelación donde el aire más ávido
posa su lengua de hielo, ya mis ojos se rinden
al silencio que ve nacer de la noche
la bella flor de la escarcha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario