lunes, 21 de julio de 2014

La noche húmeda



En mi pupila hay una canción de niebla.
La noche y el agua, lo que callas y es misterio,
dolor no florecido, estrategia de un párpado
sin azul. Brillan las horas en los escaparates
vacíos, mi voz susurra una verdad y tus labios
no responden.¿Son los pasos latitud de un mar
inane, isla inventada, autopista de un silencio
procaz? Otra vez la vigilia del alcohol como
un tributo o un sueño, otra vez la escritura
de un saxo, la ambigüedad de un rostro
que desnuda su costra, los países de flores
irisadas en las lenguas de plata, el mercurio
de un corazón que ya no espía su quietud.
Escucho el timbal de tus axilas, muy cerca,
como un triángulo que arde, como el sortilegio
que las lunas esconden en su vientre de marfil.
Debajo de tu falda roja hay caimanes de amor.

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