martes, 24 de enero de 2012

Aún me queda la esperanza

Tanto tiempo abandonado a mi sed
que los rostros se columpian en mi rostro
y las imágenes perdidas
regresan al dolor y a la luz.

Pasos que descoyuntan el aire
y rosas de desnudo vientre me habitan.

Cuerpos hay que son horizonte de melancolía,
almas a la vez pasajeras y sólidas
como los pilares de un templo azul.

Mi vida ha torcido su gesto
y los ríos que van dejando su estela
se dibujan como ágiles Pegasos,
cuya memoria soy incapaz de deletrear.

Los huesos de la infancia alzan el grito
(su primavera es infinita como lo es el jardín de los ángeles),
el oro de una juventud de cristal todavía me roza
con su viento incólume, y quedan los sabores dulces,
el tacto y su huella sobre la piel de los ojos,
quebrándose en la escarcha
de los años raídos.

¡Qué fácil fue escoger el camino de las sombras,
a tientas, sobre carámbanos de ilusión!
Ausente de mi en las noches de alcohol y palabras,
el mundo se convertía en la ficción de un espectro,
las mujeres, en la extrañeza de un sol de bolsillo,
el futuro en una lámpara incandescente de vida inmortal.

No hay refugio cuando el pájaro mira su vuelo
y la jaula se enciende con todo su fulgor
de melancolía.

Vivir la magia de los campos, la cadencia ostentosa del mar,
el eterno maquillaje del cielo. ¡Tantas cosas que nos iluminan aún!

Hoy busco el frenesí de mis pupilas, el susurro omnisciente del aire,
la magia de la luz, y en ellos encuentro un motivo de esperanza,
un faro de eternidad.

2 comentarios:

  1. " Vivir la magia de los campos, la cadencia ostentosa del mar,
    el eterno maquillaje del cielo. ¡Tantas cosas que nos iluminan aún! "

    Domingo postfutbolero y aquí me tienes desintoxicándome un poco leyéndote.

    Bien por el Depor ;) !!!

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  2. jajaja..el Depor bien y el Madrid ¡todavía mejor!Salvo catástrofe tenéis la liga en el bolsillo. Gracias, Antonio, por pasarte por aquí y hacermelo saber. Un abrazo.

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